El reto fue componer un tapón del diámetro necesario con una corteza no suficientemente gruesa. Por eso su nombre y el de nuestra empresa DOBLE.
Así de sencillo, así de complicado. Porque usando la parte noble de la corteza, su interior, la plegamos sobre si misma para conseguir este diámetro, y en el proceso pegamos ambas partes. La técnica ha sido perfeccionada a tal punto que sometidos los tapones a fuerzas extremas, nunca se volvieron a separar por su unión artificial.
Hemos conseguido aprovechar los recursos escasos y transformarlos en auténticos “top” de tapones naturales.